Haciéndose eco de los versos de Hölderlin en su poema Mnemósine Largo es el tiempo, acaece, sin embargo lo verdadero , Adan Kovacsics elabora la propia memoria concediéndose libertad poética para mostrar distintas facetas de su experiencia como traductor, lector y escritor, tres pasiones que lo han llevado a recorrer diversas capitales europeas, tal vez para rastrear su poliédrica identidad, como la de todo traductor vocacional que se precie de serlo y, sobre todo, la de un políglota y humanista como él. A trave s de la ficción y del ensayo, a través de la tensión entre experiencia, memoria y lenguaje, convoca a personas que siguen presentes aun si ya han partido, tal vez porque forman parte de esa verdad esquiva que da contenido a la propia existencia y la salva del abismo del que, según Hölderlin, sólo los dioses pueden escapar.